Perfil

El poco tiempo que me deja libre mi trabajo en el laboratorio, lo dedico a mi familia. Soy muy familiar. Me gusta realizar actividades en las que puedan participar mis hijos. Nos gusta pasear por el campo, ir al cine y practicar algo de deporte en familia.

Hierro (Fe) y fósforo (P) son dos nutrientes esenciales para el crecimiento de los vegetales. Ambos elementos son abundantes en los suelos pero con poca disponibilidad para las plantas, por lo que su deficiencia genera problemas de gran importancia en los cultivos, afectando al crecimiento y producción de los mismos. Frente a situaciones de deficiencia, las plantas dicotiledóneas, como el tomate, desarrollan una serie de cambios fisiológicos y morfológicos en sus raíces encaminados a incrementar la adquisición de estos nutrientes. Existen semejanzas en los mecanismos de respuesta que las plantas activan frente a ambas deficiencias, entre los que destacan: formación de pequeñas raicillas laterales para aumentar la superficie de contacto, la acidificación del medio, el aumento del número de transportadores específicos de cada elemento, y el incremento de la reducción de Fe (bajo deficiencia de Fe) y de la actividad de las fosfatasas ácidas (bajo deficiencia de P).

Considero que lupas binoculares y microscopios son una de las mejores herramientas divulgativas que existen de cara a motivar a los escolares a tener una percepción diferente de los aspectos cotidianos y naturales que nos atañen diariamente. Ambas, invitan a la observación. No contemplo mayor mérito para un científico que la capacidad de observar y de interpretar lo observado. La perspectiva tan diferente que consiguen los niños de educación primaria al observar a la lupa o al microscopio es increíblemente didáctica y divulgativa.

Con el dinero del premio facilitaría el material indicado al centro y organizaría en su propio centro educativo, una actividad divulgativa encaminada a explicar tanto a los escolares de 5º y 6º de primaria como a sus maestros, el uso y manejo de lupas y microscopios, así como los pasos a seguir para conseguir preparaciones de muestras vegetales, sencillas, pero de alto carácter  didáctico y divulgativo.

A esas edades tan tempranas los niños son muy interactivos y participativos, no tienen pudor a la hora de realizar cualquier tipo de cuestión, todo es nuevo para ellos. Gracias a la observación directa a través de la lupa binocular, pueden responder a situaciones cotidianas que seguro han experimentado sin ni siquiera plantearse porqué ocurre. Por ejemplo, se sienten fascinados al observar los pelillos superficiales urticantes de las ortigas y encuentran respuesta al por qué del escozor cuando se rozan con alguna. Entre otros, observarían los sistemas mecánicos que han conseguido desarrollar algunas especies vegetales para asegurar el éxito de la dispersión de sus frutos y semillas mediante el desarrollo de ganchos superficiales minúsculos que se adhieren al pelo de los animales o a nuestra propia ropa. Utilizando tejidos de hoja de distintas especies vegetales pueden observar al microscopio estructuras superficiales como los estomas encargados del intercambio gaseoso con la atmósfera y por consiguiente a purificar nuestros cielos cada vez más contaminados.

La actividad organizada irá encaminada a despertar conciencia entre los pequeños de que todo en la naturaleza tiene un por qué y que a veces, la respuesta a ese por qué está mucho más cerca de lo que nosotros nos imaginamos. A menudo, utilizando material científico poco sofisticado como una lupa o un microscopio, podemos hacer grandes avances a la hora de interpretar aspectos cotidianos de la naturaleza. No encuentro mejor forma que ésta para despertar el interés y la vocación científica entre los pequeños, sin necesidad de hacer grandes piruetas divulgativas.

Lo sencillo suele dar resultado cuando el objetivo es despertar conciencia científica a tan temprana edad. Si no se dispone de medios para despertarlas, hay que ayudar a conseguirlos. Por esa razón si consigo el premio, el dinero irá destinado a la compra de lupas y microscopios para el centro Alonso de Aguilar (Aguilar de la Frontera), que no dispone de ellos en este momento. Seguro que tras la actividad divulgativa organizada y con las herramientas necesarias al alcance de la mano, el efecto divulgativo perdurará en el tiempo lo que redundará positivamente en que la vocación científica llegue durante más tiempo y a un mayor número de alumnos.