os cuento uno por ejemplo.
En las parcelas de campo donde están «mis pinitos» seleccionamos aleatoriamente árboles muy reproductivos y con muchas piñas cerradas (este hecho de que mantengan las piñas cerradas durante mucho tiempo, aunque los piñones ya estén maduros, se llama serotinia y es una adaptación al fuego –> cuando viene el fuego el árbol se muere, pero las piñas explotan y dispersan las semillas para que después nazcan nuevos pinitos). En todos esos árboles seleccionamos tres ramas con una pareja de piñas cerradas nacidas a la vez (gemelas) en cada rama. En cada pareja, cortamos una de las piñas y la colgamos dentro de una cesta en el mismo lugar de la rama y su pareja se mantuvo en la rama sin tocar. Fuimos a ver el experimento cada poco tiempo durante más de 2 años y medio para comprobar qué piñas se abrían antes. Nosotros pensábamos que las piñas cortadas se abrirían antes que sus gemelas sin cortar, ¡y tuvimos razón! 😀
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